Cómo me preparo para el Camino de Santiago?
- vanessabenitez1923
- 27 nov
- 2 Min. de lectura
Prepararte físicamente para el Camino de Santiago no significa entrenar como una atleta: se trata de darle al cuerpo lo que necesita para caminar varios días seguidos sin dolor, sin lesiones y disfrutando del recorrido. Con unos hábitos simples vas a marcar una diferencia enorme cuando llegue la hora de empezar el Camino.
1. Elegí el calzado adecuado (y usalo antes del viaje)
El entrenamiento empieza por los pies. Elegí un calzado cómodo, liviano y con buena amortiguación: puede ser una zapatilla de trekking, una bota baja o una zapatilla deportiva resistente.
Lo más importante es no estrenarlo en el Camino. Compralo con tiempo y asegurate de caminar varias veces con él antes del viaje para adaptarlo a tu pisada.
2. Entrená caminando varios días seguidos
Para que el cuerpo se acostumbre al esfuerzo, lo ideal es caminar:
Entre 5 y 10 km por día
Durante al menos 10 días antes de viajar
Alternando ritmos y distancias
La clave es la constancia: mejor caminar seguido que hacer un día muy largo y después descansar varios.
3. Probá diferentes superficies
El Camino no es lineal. Hay tierra, asfalto, piedra, bosques, subidas y bajadas.Por eso, es importante entrenar en:
Caminos de tierra o parques
Zonas con piedra suelta
Asfalto o veredas
Senderos naturales
Caminar en varias texturas te da estabilidad, fortalece tobillos y reduce el riesgo de torceduras.
4. Probá la ropa que vas a llevar
No esperes a estar en el Camino para descubrir que un pantalón roza, una remera marca o una mochila aprieta.
Antes de viajar:
Usá la ropa técnica que vas a llevar
Ajustá la mochila y probala cargada
Caminá al menos un par de horas con tu equipo puesto
Esto te permite corregir molestias antes de que se conviertan en heridas o irritaciones.
5. Fortalecé piernas, glúteos y core
No es obligatorio, pero ayuda muchísimo a evitar dolores:
Sentadillas
Estocadas
Elevaciones de cadera
Plancha o ejercicios de core
Estiramientos diarios
Con 10–15 minutos por día ya vas a notar la diferencia en resistencia y estabilidad.
6. Cuidá los pies desde antes
Un pequeño cuidado previo evita grandes problemas en el Camino.
Recomendaciones:
Usá medias técnicas sin costuras
Poné un poco de vaselina o crema antifricción en talones y dedos
Mantené un corte de uñas prolijo
Secá bien los pies después del baño
Los pies son tu motor: tratarlos bien es parte del entrenamiento.
Conclusión
Prepararte físicamente para el Camino no requiere complicaciones: solo constancia, tiempo y ganas. Cada paso que des antes de viajar te va a permitir disfrutar más del recorrido, del paisaje y de la experiencia de caminar junto a otras mujeres.
Y si querés hacer el Camino acompañada, con un grupo cuidado y organizado especialmente para ti, en Alma Peregrina podemos ayudarte a dar ese primer paso.







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